Dentro del FC Barcelona existe una percepción actual que está un poco errada o más exactamente fuera de la realidad. Tras la salida de Ronald Koeman y la llegada de Xavi Hernanández parece que muchos piensan que los problemas del club azulgrana se han resuleto y no solo en el plano deportivo, en el que ni siquiera aún ha podido jugar, sino también en todos los otros aspectos. Tapar el sol con un dedo es un especialidad de muchos y en el Barça son expertos en eso; claro que no todo está tan mal como cuando Joan Laporta llegó a la presidencia, pero es poco a poco se van arreglando los problemas, no de un solo golpe.
Los más sensatos lo entienden y por eso no se llevan mayores sorpresas, ni tampoco se escandalizan cuando surgen nuevos escándalos que dejan retratado al Barcelona. Claro que no todo está a un nivel tan pésimo como quieren hacer ver otros, pero es que cuando surgen nuevas noticias con lo mal que está la institución blagrana en lo interno, pues no deja de impresionar. De lo último que se ha dado a conocer es sobre una serie de denuncias internas que denotan el estado de una institución que desde años no va por buen camino. El descontento de los empleados, las luchas por dentro y las guerras por el mando están más presente que nunca.
8Varios asuntos siguen igual
Al analizar eso, el mismo empleado especificó que la forma que hay de dirigir las cosas no han variado mucho que se diga con la llegada de Laporta; porque entre los que mandan en el Barcelona «hay ciertas dinámicas y formas de liderazgo tóxicas entre los trabajadores que siguen allí». Realmente el club debe resolver muchos asuntos y no solo centrarse en lo económico y lo deportivo, pues está en decadencia en varios sentidos.