La fama de las croquetas como plato típico de aprovechamiento las ha dado a conocer en todo el mundo. Sin embargo, en España, la cocina aragonesa tiene su propio plato de aprovechamiento emblemático: los huevos tontos. Este plato de origen humilde y de época de vacas flacas, llegó para quedarse en el menú gastronómico de la región y es sin lugar a dudas la mejor y más deliciosa manera de aprovechar el pan duro que tienes en casa.
1De plato de aprovechamiento a emblema gastronómico
Los huevos tontos, igual que muchos otros platos, nacieron en época de escasez y con el transcurrir del tiempo han permanecido dentro del menú como uno de los favoritos.
Originalmente se preparaban con pan duro, huevos, ajo, perejil y aceite de oliva; no obstante, con el transcurrir de los años y al mejorar los tiempos, otros ingredientes les han sido añadidos. Variantes como bacalao, ternera, cordero u otros ingredientes, engalanan un plato que en otrora fue sinónimo de escasez y de resuelve y que hoy por hoy es el preferido en la región.