Adquirir un activo con una propensión a la baja puede ser una maniobra arriesgada, porque la mayoría tiene dificultades para detectar posibles fluctuaciones. A medida que ésta se profundiza también se reducen las posibilidades de una recuperación. En casos como éste, ser capaz de identificar modelos de canales descendentes puede ayudar a evitar resultados negativos.
Este tipo de patrones, también conocido como «comportamiento descendente», se puede visualizar con ayuda de elementos gráficos (trazan 2 líneas con una pendiente negativa, paralelas entre sí, que establecen un límite sobre las variaciones que se presentan).
¿Qué es una propensión bajista?
Se trata de la acción que experimenta un valor, el cual se va reduciendo a medida que fluctúa en el tiempo.
Si bien es cierto que, éste valor puede subir o bajar de forma alterna, son tendencias que se caracterizan por tener extremos de la señal más bajos durante el período de evaluación. Por lo general, los analistas especializados se fijan en este comportamiento porque representa algo más que una racha de desaciertos aleatoria.
Por otro lado, los valores que se encuentran en una propensión bajista parecen tener más probabilidades de mantenerla hasta que surja alguna condición del mercado. Por lo tanto, implica que este comportamiento representa una condición fundamentalmente negativa para el activo. No obstante, también representa un espacio propicio para quienes utilizan aplicaciones y negocian sobre cualquier dirección. No pierdas el aprendizaje del comercio, visite y suscríbase a el Grupo Yuan Pay.
¿Es posible entender las variaciones?
Como se dijo anteriormente, la propensión descendente se visualiza uniendo los extremos inferiores mediante líneas paralelas. La línea principal se traza primero donde se conectan dos o más máximos inferiores y luego se traza otra línea que conecta los mínimos inferiores.
Un valor que cambia total y radicalmente su propensión rara vez realiza un sólo cambio de forma instantánea. Por el contrario, la dinámica del valor (si está dentro de en una propensión alcista) muestra signos de tensión y luego, gradualmente, comienza a cambiar su inclinación. En ambos casos se pueden observar características que permiten identificar el estado actual, así como una posible alteración radical de su dirección.
A pesar de que estos detalles varían según cada caso, los cambios de propensión ascendente a descendente pueden ofrecer ciertas “semejanzas en su naturaleza”. Por tal razón, se destacan tres particularidades que son comunes:
- La dinámica del valor se reduce por debajo del mínimo más reciente. La primera peculiaridad de una propensión bajista marca un punto en esta dinámica en el que la oferta supera a la demanda.
- El siguiente máximo no consigue elevarse más que su antecesor. En este caso indica el creciente número de participantes en el mercado que, aunque antes no estaban decididos, se han convencido durante la reciente dinámica de que ya no deben adquirirlo con tanta necesidad.
- La disposición a la baja amplifica su probabilidad de “mantener el rumbo”. La tercera peculiaridad suele ir acompañada de noticias o nueva información que confirman las sospechas de quienes decidieron salir o ya no considerar la adquisición.
Comerciar con propensiones bajistas
La mayoría de los operadores de renta variable tratan de evitar las tendencias bajistas porque se centran intrínsecamente en las tendencias alcistas y sólo operan en largo. Este tipo de comportamientos pueden encontrarse en todos los marcos temporales de negociación: minutos, días, semanas, meses o incluso años.
Por lo tanto, los comerciantes buscan formas de identificar dicho comportamiento lo antes posible. Algunos operadores prefieren operar tanto en largo como en corto, por lo que identifican las tendencias bajistas para obtener nuevas oportunidades de negociación.
Muchos reconocen que una vez que se ha establecido esta propensión, dentro de su marco temporal preferido, deben ser muy prudentes a la hora de tomar una decisión. Esto agrava el comportamiento al contribuir con una menor demanda. Sin embargo, quienes trabajan con ambas tendencias reconocen lo contrario, que ahora es su oportunidad de lograr resultados positivos.
De forma muy frecuente, los operadores utilizan señalizadores para identificar y confirmar las disposiciones bajistas. Algunas de estas herramientas pueden utilizarse para identificar la disposición general. Por ejemplo, si el valor es inferior a este señalizador, es probable que la dinámica esté en una disposición bajista y viceversa para una disposición en alza.