La brisa comienza a tornarse fría, las hojas comienzan a pintarse de colores tierra y la necesidad de consumir platos de cuchara llenos de sabor y que den calorcito al cuerpo se convierte en toda una búsqueda incesante de los más divinos platos tradicionales. La sopa de ajo castellana es una de esas recetas que alegran el espíritu en los meses de otoño e invierno y es un infaltable en todos los hogares.
Cuando hablamos de sopa de ajo castellana la sencillez y el gusto por la cocina divina y sencilla salta a la vista. Solo cuatro ingredientes son básicos para disfrutarla y de ahí en adelante tu imaginación puede añadir uno que otro que combine y que termine de dar el punto potente al plato. Vamos a adentrarnos en los cuatro que la conforman y en cuál es el más añadido aparte de estos. Te aseguro que conociéndolos bien, solo triunfarás al preparar este plato tradicional.
6El pan: un ingrediente de calidad que complementa a la sopa castellana
Sirve para espesar salsas, para hacer un rico bocadillo, para dar cuerpo al salmorejo, al gazpacho y mucho más. Así es el pan. Este sencillo bollo de masa preparado con harina se ha colado en todas las mesas y por supuesto la sopa castellana no es la excepción.
Una de las mayores virtudes del pan es que aporta la cantidad de carbohidratos justa para esta receta. Con este ingrediente la sopa castellana termina de echar a volar y completa todos sus nutrientes. Mejor no puede resultar.