La brisa comienza a tornarse fría, las hojas comienzan a pintarse de colores tierra y la necesidad de consumir platos de cuchara llenos de sabor y que den calorcito al cuerpo se convierte en toda una búsqueda incesante de los más divinos platos tradicionales. La sopa de ajo castellana es una de esas recetas que alegran el espíritu en los meses de otoño e invierno y es un infaltable en todos los hogares.
Cuando hablamos de sopa de ajo castellana la sencillez y el gusto por la cocina divina y sencilla salta a la vista. Solo cuatro ingredientes son básicos para disfrutarla y de ahí en adelante tu imaginación puede añadir uno que otro que combine y que termine de dar el punto potente al plato. Vamos a adentrarnos en los cuatro que la conforman y en cuál es el más añadido aparte de estos. Te aseguro que conociéndolos bien, solo triunfarás al preparar este plato tradicional.
3El ajo: ingrediente estrella de la sopa castellana
Si hay un ingrediente estrella en la sopa castellana ese es sin lugar a dudas el ajo. No se puede concebir este plato sin este ingrediente tradicional y propio del campo que dio paso a la creación de los más diversos platos.
El solo sabor del ajo es capaz de subir la temperatura corporal, y tal como te he comentado antes, la naturaleza no deja nada al azar. El ajo es rico en antioxidantes y tiene propiedades anti fúngicas y antibacterianas, por lo que su consumo durante los meses fríos de otoño e invierno, mantiene tus defensas trabajando al máximo protegiéndote de cualquier resfriado o problema de salud.