La brisa comienza a tornarse fría, las hojas comienzan a pintarse de colores tierra y la necesidad de consumir platos de cuchara llenos de sabor y que den calorcito al cuerpo se convierte en toda una búsqueda incesante de los más divinos platos tradicionales. La sopa de ajo castellana es una de esas recetas que alegran el espíritu en los meses de otoño e invierno y es un infaltable en todos los hogares.
Cuando hablamos de sopa de ajo castellana la sencillez y el gusto por la cocina divina y sencilla salta a la vista. Solo cuatro ingredientes son básicos para disfrutarla y de ahí en adelante tu imaginación puede añadir uno que otro que combine y que termine de dar el punto potente al plato. Vamos a adentrarnos en los cuatro que la conforman y en cuál es el más añadido aparte de estos. Te aseguro que conociéndolos bien, solo triunfarás al preparar este plato tradicional.
2Cuatro ingredientes llenos de sabor y que le dan forma a un sencillo y saborizado plato
Como ha sucedido con la mayor parte de los platos tradicionales de la cocina española, los platos sencillos y menos elaborados son los que se han ganado el corazón de los pueblitos y su gente. Para muestra los tradicionales gazpachos y salmorejos, que evolucionaron de preparaciones muy básicas y humildes hasta convertirse en lo que son: los infaltables de la mesa en épocas veraniegas.
En el caso de la sopa castellana, la sencillez con la que es preparada sorprende y su sabor se mantiene intacto desde épocas atrás, cuando solo se preparaba con ajos, pimentón dulce, huevos y pan duro. La calidad de estos sencillos ingredientes son capaces de dar el máximo sabor a este sencillo plato.
