El vicesecretario de Territorial del PP, Antonio González Terol, exige al Gobierno la creación de un fondo para compensar a los ayuntamientos por la anulación de la plusvalía. Por eso, ha pedido al Gobierno que actúe y «no se duerman, como siempre» porque los ayuntamientos tienen que aprobar sus presupuestos y no pueden hacerlo porque este impuesto está suspendido.
Así lo ha expresado este domingo antes de presidir un encuentro con alcaldes de La Mancha en la localidad de Villaescusa de Haro (Cuenca).
Durante su intervención, Terol ha criticado que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, presuma de «celeridad» para solucionar esta cuestión cuando «ha mirado para otro lado» desde que llegó al Gobierno.
En este sentido, ha asegurado que la primera sentencia sobre este tributo se remonta a 2017 y que el Gobierno de Rajoy dejó elaborada una norma alternativa para dar seguridad jurídica a los ayuntamientos, que preveía una rebaja sustancial de este impuesto. Así pues, ha reivindicado la labor de los ayuntamientos durante la pandemia.
Asimismo, ha preguntado a la ministra de Hacienda dónde está el fondo de 3.000 millones de euros que prometió a las entidades locales para luchar contra el Covid, criticando también que el Gobierno no ha incluido en los PGE un fondo para la reconstrucción ni para paliar el déficit del transporte público local.
Por ello, considera que el Gobierno «discrimina al municipalismo» porque, a juicio de Terol, «no cree en la España de los pueblos», y lamenta que hayan desoído la propuesta del PP de destinar a las entidades locales 20.0000 millones de euros de los fondos europeos.
«SÁNCHEZ HA VENDIDO EL FUTURO DE ESPAÑA»
Por otro lado, Terol ha subrayado que «Sánchez ha vendido el futuro de España» a Otegi, Rufián, Junqueras y los «comunistas» de Unidas Podemos «a cambio de seguir disfrutando de los privilegios que tanto le gustan».
Igualmente, ha denunciado que para tener Presupuestos Generales del Estado, Sánchez y María Chivite, la presidenta de Navarra, han pactado las cuentas en esta comunidad autónoma «con los albaceas de ETA por quinta vez consecutiva», rechazando la mano tendida de los «constitucionalistas» para llegar a un acuerdo.