Si de comer unas buenas sardinas se trata, seguramente las fritas con un buen chorro de limón logran hacerte agua la boca con tan solo imaginarlas. Disfrutar de este pescado frito en compañía de una cerveza bien fría es uno de los máximos placeres de la vida. No obstante, cuando se prepara para disfrutar en casa sentados en familia, una gran variedad de platos en los que se les prepara con un guiso, termina enamorando a todos en la mesa. Las auténticas sardinas morunas se aprecian así, en una buena salsa de tomates con pimientos que te deja con ganas de comerlas a diario.
4Comienza sacando los filetes de sardina
Para empezar toma las sardinas, lávalas muy bien, y retira las escamas con la ayuda de un cuchillo. Para hacerlo basta con raspar con delicadeza y de esta forma despegarás todas sin problema. Corta detrás de las agallas y quita la cabeza, abre el vientre y colócalas bajo el grifo para lavar su interior.
Con tus manos ve abriendo poco a poco y tira despacio de la espina central; esta saldrá sin problema. Para finalizar, corta la cola y retira los excesos de piel que quedan en los bordes.