Si de comer unas buenas sardinas se trata, seguramente las fritas con un buen chorro de limón logran hacerte agua la boca con tan solo imaginarlas. Disfrutar de este pescado frito en compañía de una cerveza bien fría es uno de los máximos placeres de la vida. No obstante, cuando se prepara para disfrutar en casa sentados en familia, una gran variedad de platos en los que se les prepara con un guiso, termina enamorando a todos en la mesa. Las auténticas sardinas morunas se aprecian así, en una buena salsa de tomates con pimientos que te deja con ganas de comerlas a diario.
2Las sardinas, las reinas de este plato
Por estos tiempos es posible que se te haga un poco complicado conseguir sardinas frescas en el mercado; sin embargo, es necesario que te fijes muy bien en su calidad antes de llevarlas a casa.
Escoge siempre unas buenas sardinas frescas, cuyos ojos luzcan brillantes, su piel y escamas bien pegadas y que el olor que desprendan te evoquen los más ricos recuerdos del mar. Nunca compres aquellas que se vean aguadas, de piel flácida y poco brillante, de ojos hundidos y mucho menos que huelan mal.
