Los garbanzos son unas de las leguminosas más amadas en la gastronomía española; eso sí, respetando por supuesto a las fabes, protagonistas principales de la rica y amada fabada asturiana. Como te vengo diciendo, los garbanzos son famosos por su sabor y poder saciante, lo cual los convierte en uno de los más resultones para completar un plato.
Ahora bien, tal como sucede con las fabes y otras leguminosas, los garbanzos requieren de un periodo de remojo de al menos 12 horas para poder lograr dos cosas: primero que se ablanden más rápido al momento de cocinarlos y segundo, disminuir o evitar por completo los molestos gases. Pero, ¿Qué hacer cuando hemos olvidado remojarlos y ya es el momento de cocinarlos?. No desesperes, pues te voy a contar algunos trucos y te recomendaré uno que para mí es el más exitoso.
6Agua hirviendo
El agua hirviendo es un método que resulta, pero que demora un poco en dar frutos.
Debes poner los garbanzos en una olla y cubrirlos con suficiente agua. Llévalos al fuego y déjalos hervir por una hora. Cuando finalice la hora, déjalos reposar dentro del agua por una hora más. Para finalizar escúrrelos y lávalos muy bien antes de llevar a cocinar como tienes previsto.