Los garbanzos son unas de las leguminosas más amadas en la gastronomía española; eso sí, respetando por supuesto a las fabes, protagonistas principales de la rica y amada fabada asturiana. Como te vengo diciendo, los garbanzos son famosos por su sabor y poder saciante, lo cual los convierte en uno de los más resultones para completar un plato.
Ahora bien, tal como sucede con las fabes y otras leguminosas, los garbanzos requieren de un periodo de remojo de al menos 12 horas para poder lograr dos cosas: primero que se ablanden más rápido al momento de cocinarlos y segundo, disminuir o evitar por completo los molestos gases. Pero, ¿Qué hacer cuando hemos olvidado remojarlos y ya es el momento de cocinarlos?. No desesperes, pues te voy a contar algunos trucos y te recomendaré uno que para mí es el más exitoso.
5Bicarbonato de sodio: un producto para lograr resultados
El bicarbonato de sodio es un excelente aliado en la cocina y permite ablandar los granos, mientras se ocupa al mismo tiempo de disminuir el efecto de aumento de los gases estomacales al comerlos.
Para usar el bicarbonato como aliado, solo debes cocer los garbanzos como lo harías normalmente y añadir una cucharadita rasa de este polvo. Notarás que en la superficie del agua se comienza a formar espuma, retírala a medida que se vaya produciendo y espera que los granos tomen la consistencia adecuada.