Los garbanzos son unas de las leguminosas más amadas en la gastronomía española; eso sí, respetando por supuesto a las fabes, protagonistas principales de la rica y amada fabada asturiana. Como te vengo diciendo, los garbanzos son famosos por su sabor y poder saciante, lo cual los convierte en uno de los más resultones para completar un plato.
Ahora bien, tal como sucede con las fabes y otras leguminosas, los garbanzos requieren de un periodo de remojo de al menos 12 horas para poder lograr dos cosas: primero que se ablanden más rápido al momento de cocinarlos y segundo, disminuir o evitar por completo los molestos gases. Pero, ¿Qué hacer cuando hemos olvidado remojarlos y ya es el momento de cocinarlos?. No desesperes, pues te voy a contar algunos trucos y te recomendaré uno que para mí es el más exitoso.
4Un remojado express para solventar rápidamente
La mejor manera de cocinar los garbanzos sin haberlos remojado por el tiempo necesario previamente es someterlos a un proceso de remojado rápido.
Existen diferentes métodos y aquí te los voy a comentar. Cada uno de ellos es efectivo y la diferencia radica principalmente en el tiempo que demoran en dar resultado. Los métodos son: bicarbonato de sodio, agua hirviendo y el que para mí es más resultón: el microondas. Demos un vistazo a cada una de las técnicas y decide cuál se adapta más a tus posibilidades.