Ahora es el momento de volver a temblar. Pero no tienes que congelarte por mucho tiempo. Con estos cinco consejos volverás a entrar en calor muy rápido.
4Moverte
Suena simple, pero a menudo se hace mal: no te acurruques debajo de una manta cuando tengas frío, sino muévete, por ejemplo, haciendo sentadillas. Esto estimula la circulación y la sangre caliente se puede distribuir mejor por todo el cuerpo.
Los dedos fríos se vuelven más cálidos si aprietas las manos en un puño veinte veces seguidas. Y los pies se calientan nuevamente si se balancea desde los talones hasta las puntas de los pies mientras estás sentado con la misma frecuencia.