Repsol-Petronor e Iberia realizaron este pasado miércoles, 3 de noviembre, el primer vuelo con el biojet con residuos fabricado por Petronor el pasado mes de agosto. El vuelo regular Madrid-Bilbao IB 426 ha sido operado con el Airbus A320neo de la aerolínea, con capacidad para 180 pasajeros y actualmente uno de los aviones más eficientes del mundo.
Según ha informado Petronor, el vuelo ha realizado una aproximación verde al aeropuerto de Loiu, una operación que mejora la eficiencia en el consumo alcanzando el nivel óptimo de altura en las fases de ascenso y descenso que permite un ahorro en combustible.
La refinería vizcaína ha fabricado el primer lote de biojet del mercado español producido a partir de residuos, lo que «marca un hito relevante en la producción de combustibles con baja huella de carbono y supone una evolución en la descarbonización de los combustibles para transporte aéreo, un segmento donde la electrificación no es viable por el momento«, ha indicado.
El lote fabricado consta de 5.300 toneladas de combustible y cumple con los estrictos requisitos de calidad del producto y con las condiciones de sostenibilidad de la cadena de producción, logística y de comercialización. Su uso evitará la emisión de 300 toneladas de CO2 a la atmósfera.
El vuelo ha logrado reducir la emisión de 1,4 toneladas de CO2 a la atmósfera, gracias a la mejora de la eficiencia en el consumo que aporta el avión, unida al uso del biocombustible sostenible. Además, para el repostaje se ha utilizado un vehículo de suministro de combustible de aviación de propulsión eléctrica con cero emisiones.
A bordo, Iberia también está probando con diferentes envases que le permitan sustituir los plásticos de un solo uso. Los residuos utilizados tienen origen nacional y proceden de la industria agroalimentaria.
El productor del residuo es la empresa Lipsa en su planta de refino de aceites y grasas de Barcelona; y la empresa Oleofat, ubicada en Navarra, ha realizado el pretratamiento necesario para adecuar la calidad del residuo a los procesos de refinería.
Para fabricar biojet a partir de residuos es necesaria una tecnología que sea capaz de transformarla en un líquido de propiedades idénticas a las del queroseno convencional y que sea compatible con los motores que actualmente utilizan los aviones. Las rutas de fabricación de biojet deben estar aceptadas en las exigentes especificaciones técnicas internacionales y debe mezclarse con el JET A1 convencional, respetando los límites máximos establecidos en las especificaciones técnicas.
La ruta aplicada en el lote utilizado en este vuelo es la que dispone de la tecnología más madura y, en la práctica, es la que puede suministrar SAF (Combustibles Sostenibles de Aviación, por sus siglas inglés) en cantidades industriales. La mezcla máxima aceptada es de un 5% para poder cumplir con los requisitos de calidad establecidos por las especificaciones internacionales.