Cuando de postres se trata, las natillas encabezan la lista de los preferidos durante generaciones. Todos hemos crecido degustando este postre tradicional y sencillo preparado por las manos de nuestras abnegadas abuelas y madres. Este dulce cremoso y delicioso cierra cualquier comida con broche de oro, y también se presenta como la mejor merienda para los niños. Hacerla con chocolate blanco le otorga un sabor irresistible, pero su contenido calórico la convierte en un pecado que debes limitarte a cometer.
Te invito a conocer todo sobre esta versión calórica, pero deliciosa, que te puedes permitir al menos una vez al año.
8La maicena: el ingrediente que da cremosidad y consistencia a las natillas
Una vez que tengas lista la crema de yemas de huevo y azúcar, toma una taza y vierte en ella los 100 ml de leche que tenías aparte. Pon dentro de la taza la maicena y remueve muy bien hasta que esté completamente disuelta.
La forma de disolver la maicena debe hacerse de esta manera para evitar que se formen grumos durante la preparación de la natilla de chocolate blanco. Una vez que la tengas diluida, añádela al bol en el que tienes la crema de yemas con azúcar.