Cuando de postres se trata, las natillas encabezan la lista de los preferidos durante generaciones. Todos hemos crecido degustando este postre tradicional y sencillo preparado por las manos de nuestras abnegadas abuelas y madres. Este dulce cremoso y delicioso cierra cualquier comida con broche de oro, y también se presenta como la mejor merienda para los niños. Hacerla con chocolate blanco le otorga un sabor irresistible, pero su contenido calórico la convierte en un pecado que debes limitarte a cometer.
Te invito a conocer todo sobre esta versión calórica, pero deliciosa, que te puedes permitir al menos una vez al año.
7Prepara las yemas
Mientras tienes la leche en reposo junto a la vaina de vainilla, ve trabajando en las yemas de huevo, así optimizas el tiempo y vas adelantando pasos en la preparación de esta divina y pecadora natilla de chocolate blanco.
Toma un bol y pon en el mismo las yemas de huevo junto al azúcar. Con la ayuda de un batidor de varillas mezcla suavemente hasta que logres que se forme una especie de crema en la que no se sientan los granitos de azúcar.