Toda figura religiosa ocupa un papel muy importante en las vidas de los creyentes, por su enmarcada influencia en el ejemplo a dar, para mantenerse en la fe por Jesucristo, ya que deben profesar la vida y obra del Salvador en la tierra, para que los creyentes se mantengan firmes en su camino. Hoy te daremos a conocer un término, de algunos años como es el de deán, para así lograr identificarlo.
Las figuras eclesiásticas tienen una fuerte importancia en la comunidad católica, y son muchas las que existen por eso es bueno lograr diferenciar a una de la otra. Y este es el caso de un deán, por ello en el siguiente articulo te explicaremos sobre el mismo, sus funciones y si en otros países se encuentra presente el mismo, una de las figuras que debe velar por las actividades de la iglesia.
¿Qué representa un deán?
El deán es un cargo eclesiástico cristiano que se establece por confesión, pero hay otras concepciones del termino tales como, que en la antigua Universidad de Alcalá de Henares estaba representado por el graduado más antiguo de cada facultad.
Para la iglesia católica, esta representado por el sacerdote que preside el Capítulo de canónigos, o Cabildo Catedralicio en las catedrales, y el cabildo en las Colegiatas, por ello podrás encontrar deán de la catedral y también existe el deán del Cabildo.
Tienes muchas conceptualizaciones el término deán, ya que se le considera también como el párroco de la iglesia más importante en una ciudad. Para la época benedictina, este era la designación al jefe de un grupo de diez monjes, en la iglesia Anglicana (Inglaterra), dentro de una catedral era el funcionario eclesiástico cuyo cargo desempeñado era inmediatamente inferior al obispo.
¿Cuál es la historia del deán?
En la antigüedad, siempre entre los monjes existía un deán, pues era mencionado en la regla de San Benito, ya que decía que “tenían el tercer lugar después del preboste y del abad en los monasterios”. Con el tiempo esta figurara fue propuesta para gobernar y regir a los monjes antiguos, en las llamadas celdas o prioratos de obediencias, que estaban sujetas a los monasterios.
Estas estaban bajo la orden Cluniacense, y habían caído en manos seculares, se asignaban a un preboste o a un deán para que las gobernasen. Luego los canónigos adquirieron en varios cabildo el nombre de deán tras la desaparición en las iglesias del título de preboste o cedido al mismo.
Entre los curas de la campiña también se encontraba un deán rural, considerados en alguna manera arciprestes, se establecían antiguamente en las Gaulas, Inglaterra y Alemania; sin embargo no los conocían en Italia, y allí los obispados eran muy cortos. Fue San Carlos Borromeo quien los afianzo ahí, y eran encaminados por el obispo para que los pusieran en posesión de sus funciones.
¿Cuáles son las funciones de un deán?
Edward Bickersteth, deán de Lichfield en el s.XIX
Las funciones de un deán son:
- Inspeccionar de alguna manera a los curas de su deanato.
- Notificar al obispo el modo en que se portan los mismos.
- Promulgar y dar las conferencias eclesiásticas en su casa.
- Dar la aprobación de ser necesario, cada 15 días de los sacerdotes para confesar.
- Velar por todo lo que pasa y acontece en su Deanato, en lo que respecta a lo espiritual y como a lo temporal.
¿Qué otros usos se le daba al nombre deán?
El nombre de deán también se le asignaba años atrás a aquella persona que mandaba a diez soldados, entre los Griegos a los alguaciles, y por ello las se les llamaba las cárceles decanicas o deanatas, como aparece en las novelas de Justiniano. Los obispos contaban con sus decanicas o prisiones mencionadas en el concilio de Éfeso III general y en el de Colonia el año 1260.
E incluso existían oficiales o ministros de la iglesia griega que se les conocía como deán, los cuales eran asignados para reemplazar a los clérigos, y así ejecutasen las sentencias de los obispos, además de velar por los entierros.
Increíblemente también eran considerados los tiradores de horóscopos, pues estos dividan el cielo en partes, en tres decenas o décimas partes, en donde estos tiradores asignaban un presidente a cada decena, bien sea un astro o un Dios.
¿La figura del deán está presente en otras culturas?
Por definición del Código de Derecho Canónico en países como México por ejemplo, el deán es el presidente de un Cabildo, el cual es un colegio de sacerdotes, que le corresponde celebrar las acciones litúrgicas más solemnes de la Iglesia Catedral o en la Colegiata. Así como también todas las funciones por derecho o el obispo le encomienden.
Por eso hacemos referencia que en la Catedral Metropolitana de México, el deán es elegido por los integrantes del Cabildo por un tiempo estipulado de cinco años, y que puede ser reelecto con el beneplácito del Obispo. Debe coordinar todas las actividades de la Catedral, entre ellas las actividades de la pastoral socio-caritativa, las de cultura y turismo, restauraciones y mantenimiento.
Por ejemplo, en la Arquidiócesis Primada de México existen dos cabildos; el Metropolitano, perteneciente a la Catedral, y el Guadalupano, de la Basílica de Guadalupe. Según la historia el primer cabildo fue puesto en marcha por Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, tras su regresó de España donde fue consagrado; lo cual sucedió en 1534, 6 años después de ser designado Obispo.
Un deán conocido fue Manuel Flores, y donde el Cabildo cuenta con 5 cargos, uno es el de tesorero, pero fue formalizado en 1540, ya que los recursos económicos recibidos por los canónigos eran escasas para el tiempo. Un acta que data de marzo de 1536 fue firmada por el deán; el maestrescuela Álvaro Temiño, el tesorero, Rafael de Cervantes y Juan Bravo, Juan Juárez, Cristóbal Campaya y Miguel de Palomares.
Con el paso de los años el número de integrantes de los cabildos han ido cambiando, de acuerdo a las adaptaciones de las propias necesidades de las Catedrales.