La llegada de Lionel Messi a París para convertirse en el nuevo fichaje del PSG supuso un acontecimiento sin precedentes en Francia. Nadie en su sano juicio se esperaba que la estrella argentina abandonara el FC Barcelona, mucho menos después de que Joan Laporta, con quien tenía una muy buena relación, ganará las elecciones de la presidencia de la institución catalana. Pese a que todo era fiesta y alegría, al punto de que tras sus vacaciones se esperaba que regresara a la Ciudad Condal solo para firmar su contrato; todo se torció cuando le comunicaron que no lo podían renovar.
Luego del dolor y el sufrimiento que supuso salir del club en el que había estado desde los 13 años, Messi cambió su expresión por una sonrisa, pues unos días después se encontraba en París para firmar su nuevo contrato. Su llegada supuso un gran acontecimiento en la capital francesa, pues al estar catalogado como una de los mejores del mundo y de la historia, realmente fue todo un suceso verlo en el PSG; no obstante, tras acabar la euforia y con unos meses pasados en el calendario no todo ha salido como se esperaba. Ese crack que llegaba a romper todo en la Ligue 1 no ha aparecido y la gente comienza a decepcionarse de su rendimiento irregular.
6Una ubicación que no lo ayuda
Henry explicó que al no estar jugando por el centro se pierde toda la influencia que él le puede dar al equipo. Además, comentó que lo veía algo «aislado» dentro del campo, como si estuviera desconectado del resto de sus compañeros. Allí toda la culpa es de un Pochettino que no logra dar con la tecla en la posición en cancha en la que debería estar. Messi está acostumbrado a llevar el balón siempre y si en el PSG no lo dejan, mucho va a tardar en responder con buen juego.