Las cosas actualmente no están del todo bien en el Granada CF, en el que Robert Moreno parece estar haciendo todo lo posible para que lo despidan. Los malos resultados, el recuerdo muy fresco de Diego Martínez y el hecho de que el nuevo estratega rojiblanco no parece conectar con la grada es precisamente lo que lo tiene en boca de todos como el que posiblemente sea el próximo despedido; esto luego de que el Getafe se deshiciera de Michel y contratara a Quique Sánchez Flores. Y es que lo que más lo hace estar casi en la puerta de salida es lo mal que se lleva con la afición granadina.
Obviamente nadie en el planeta Tierra tiene la capacidad de agradar a todas las personas; pero cuando se es entrenador de fútbol lo mejor es tratar de llevar la fiesta en paz con los aficionados, pues son ellos los que alientan y apoyan todas las acciones del equipo. Colmar la paciencia puede ser lo peor, si no que se lo pregunten a Ronald Koeman; pero lo cierto es que el caso de Robert Moreno cada vez se está haciendo más difícil que se mantenga a flote y si sigue sin querer nadar a la seguridad que dan los puestos de arriba, tal vez termine ahogándose más pronto de lo que espera.
6Una sombra muy alargada
Por supuesto que nadie quiere hacerlo mal; de hecho, Robert Moreno es evidente que llegó con mucha ilusión al Granada, pues desde hace mucho esperaba una oportunidad para entrenar en Primera División, la cosa es que no le tocó fácil. Lo que hizo Diego Martínez fue espectacular: un ascenso a Primera, lograr la permanencia en par de ocasiones, una clasificación histórica a la Europa League, llegar a los cuartos de final en la competición europea y también unas semifinales de Copa del Rey. Los logros son impresionantes y la gente no los puede olvidar, mucho menos con estos resultados tan malos que está teniendo el equipo ahora.