La gastronomía de cada región esta llena de menús para cada festividad y los dulces son, sin lugar a dudas, un componente infaltable en la mesa de todos los hogares. Para la festividad del día de todos los santos, no puede faltar un dulce emblemático que se viene preparando desde mediados del siglo XVII y que por su característica forma que se asemeja a un hueso con tuétano en su interior, recibe el nombre por el que todos le conocen “los huesos de santo”.
Este dulce de sabor delicado es ícono de la festividad y hacerlo está envuelto en la más mágica tradición. Anímate a prepararlos y disfrutarlos en familia tal como lo han hecho de generación en generación.
7Dale forma a los huesos de santo
Cuando tengas el mazapán listo y reposado, será el momento de darle forma. Para ello espolvorea azúcar pulverizada sobre una tabla o mesa y pon una porción de la masa de almendras sobre esta.
Con la ayuda de un rodillo extiende la masa hasta dejarla de unos 3 milímetros de espesor. Los huesos de santo deben ser delicados, así que no dejes muy gruesa la masa. Procede a cortar tiras de unos 5 cm de espesor y con un palillo dibuja el diseño sobre las tiras de masa. Corta cada tira en porciones de 6 cm y forma cilindros huecos que debes dejar secar por varias horas. Para que no se abran, presiona un poco los bordes.