La gastronomía de cada región esta llena de menús para cada festividad y los dulces son, sin lugar a dudas, un componente infaltable en la mesa de todos los hogares. Para la festividad del día de todos los santos, no puede faltar un dulce emblemático que se viene preparando desde mediados del siglo XVII y que por su característica forma que se asemeja a un hueso con tuétano en su interior, recibe el nombre por el que todos le conocen “los huesos de santo”.
Este dulce de sabor delicado es ícono de la festividad y hacerlo está envuelto en la más mágica tradición. Anímate a prepararlos y disfrutarlos en familia tal como lo han hecho de generación en generación.
6Forma la masa
Cuando tengas listo el almíbar, viértelo sobre la harina de almendras que preparaste. Este proceso debes hacerlo lentamente, pues si lo haces de golpe, es posible que termines con una masa excesivamente aguada.
A medida que vas vertiendo el almíbar, ve amasando. Agrega también la ralladura de limón para perfumar la masa. Recuerda rallarlo sin que quede la parte blanca de la piel, de lo contrario el resultado será amargo. Termina de formar la masa y déjala secar un poco por dos o tres horas.