El Museo Goya de Fundación Ibercaja expone hasta el próximo 30 de enero una obra de Pedro Pablo Rubens, pintada en su estudio de Amberes entre 1630 y 1635, un óleo sobre tabla que forma parte de una serie de ocho pinturas que sirvieron de modelo para otros tantos tapices, que cuentan la historia del héroe de la mitología griega, Aquiles.
Así lo han explicado en rueda de prensa el director de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo, y la directora del Museo Goya, Rosario Añaños, quienes han dado a conocer el cuatro ‘Tetis recibiendo las armas de Aquiles’, procedente del Museo de Bellas Artes de Pau (Francia) y que se puede ver en Zaragoza gracias al proyecto de obra invitada, que persigue abrir el museo a nuevas propuestas y colaboraciones para enriquecer su discurso.
El Museo Goya no cuenta con ninguna obra de Rubens de forma que gracias a este proyecto, en el marco de las relaciones con otras instituciones, exhibe durante tres meses este cuadro del maestro de la pintura barroca del siglo XVII, lo que permite reunir durante varias semanas creaciones «de los tres grandes maestros de la pintura universal, Rubens, Goya y Picasso», ha indicado el director de Fundación Ibercaja, José Luis Rodrigo.
Ha recordado, a colación, que la colección permanente de este museo tiene como protagonista a Goya y, además, hasta el próximo 16 de enero acoge la exposición temporal ‘Picasso-Diario Íntimo’.
Rodrigo ha subrayado que este museo «es uno de los mejores del país» y «estamos trabajando para que Zaragoza y los aragoneses se sientan orgullosos» de él, para adelantar que, probablemente, antes de que acabe el año se va a incorporar obra nueva.
En este sentido, ha hecho un llamamiento a todas las instituciones «para que entre todas hagamos que Goya sea el referente en Aragón, cultural y turísticamente, que atraiga al resto del mundo a venir a Zaragoza», un empeño en el que la fundación y el museo «siempre» van a estar por el «bien y satisfacción» de la sociedad.
PINTURA BARROCA
El director de Fundación Ibercaja ha dicho, sobre la obra invitada, que muestra a Rubens en «su mejor época». Se exhibe en la zona del museo dedicada a la pintura barroca, en la primera planta del edificio, junto a sus coetáneos.
La directora del Museo Goya, Rosario Añaños, ha añadido que con esta obra «se refuerza de una forma magnífica el discurso» del Barroco, cuyos temas principales son de mitología, como esta pieza, y también religiosos, así como paisajes y bodegones.
Son obras, como ésta, «muy teatrales» y frente al estilo anterior, el Renacimiento, que ofrece un tono «más reposado», de «equilibrio» y «proporciones», el Barroco «se caracteriza por el movimiento, la tensión, el dramatismo», ha apuntado Añaños.
En esta obra, ‘Tetis recibiendo las armas de Aquiles’, aparecen pinceladas «muy vaporosas, con mucho movimiento», así como bastantes figuras, «mucho colorido» y «pincelada etéreas» propias de las obras de Rubens, ha relatado la directora del museo.
La obra forma parte de una serie de ocho pinturas que el pintor flamenco realizó como modelo para la serie de tapices con el tema de la ‘Historia de Aquiles’. Añaños ha detallado que el autor pintó primero unos bocetos preparatorios en tablas pequeñas, luego hizo otras pruebas con tablas de mayor tamaño, entre las que se incluye ésta, a partir de las cuáles creó los cartones definitivos para los telares, sobre los que se iban tejiendo los tapices.
La directora del Museo Goya ha apuntado que el paradero de los cartones se desconoce, mientras que de la colección de ocho tapices, seis están en posesión de Paradores Nacionales. «La calidad de los bocetos, modelos y tapices hacen de éste un proyecto de la mayor importancia, muy acorde con la sensibilidad clásica del pintor», ha sostenido Añaños.
La serie comienza con la representación de la madre de Aquiles, sumergiéndolo en el río Estigia, del Hades –el inframundo–, para conseguir su inmortalidad y culmina con la muerte del héroe, herido de muerte por una flecha en el talón, la única parte que no se sumergió en el río.
ESCENA
En este caso, ilustra el pasaje de la Ilíada de Homero que narra la guerra de Troya y retrata a Tetis, madre de Aquiles, pidiendo al dios del fuego, Vulcano, un escudo para su hijo.
La escena representa el momento en el que Aquiles, terriblemente afectado por la muerte de su amigo Patroclo, asesinado en combate bajo los brazos de Héctor, implora a su madre que le proporcione nuevas armas, y Tetis va a la fragua de Vulcano y le pide al dios herrero que haga una nueva armadura y un escudo para Aquiles.
La pintura gira en torno a este episodio y se divide en dos partes. En el lado izquierdo, está presente el mundo de los océanos, y, en el derecho, el mundo del fuego, los volcanes y la tierra. En la pintura pueden observarse junto a Tetis, vestida de rojo, a Vulcano y su esposa Charis, además de una ninfa que recibe de mano del dios del fuego el escudo para Aquiles y un ‘putto’ o angelito junto a un tritón que emerge del agua.
Además de los protagonistas del cuadro, aparecen herreros y otros elementos referidos al dios del fuego. También se aprecia la presencia de cenefas, características de piezas para tapices. Todo ello, como parte de un conjunto arquitectónico formado por dos pilares que enmarcan la escena con Juno a la izquierda y Júpiter a la derecha, ha narrado Añaños.
PINTOR EXITOSO
La directora del Museo Goya ha comentado que no hubo ningún otro pintor europeo como Rubens, con su talento artístico y éxito social y económico, que le permitió disponer de un gran taller. Pedro Pablo Rubens (Siegen 1577-Amberes 1640) aunó talento, éxito y un alto nivel cultural.
Su actividad se centró en la pintura, pero también realizó numerosos diseños para estampas, tapices, arquitectura, esculturas y objetos decorativos. Su obra, muy abundante, ofrece gran versatilidad temática, e incluye pinturas de temas mitológicos, religiosos y de historia, retratos y paisajes.
Su pintura es grandilocuente, pero también sabe ser delicada y muestra gran habilidad técnica y sensibilidad hacia los ritmos de la composición y la psicología de los personajes.
MUSEO ABIERTO
La incorporación temporal de este cuadro forma parte de una colaboración con el Museo de Bellas Artes de Pau por la que este último exhibe el cuadro ‘Danzantes enmascarados bajo un arco’, del pintor aragonés, procedente del Museo Goya, en su exposición temporal ‘Francisco de Goya, testigo de su tiempo’ y en Zaragoza se puede ver el de Rubens.
Ésta es la segunda pintura que acoge el Museo Goya en calidad de invitada, tras la cesión en el año 2020 del cuadro ‘San Pedro’, del Greco, procedente del Museo del Greco en Toledo.