El hornazo de Salamanca es una masa rellena de embutidos que mucho se asemeja a la empanada gallega. Una masa delicada envuelve de forma sutil los más ricos embutidos y su exterior con el tradicional enrejado decorativo termina de otorgarle la mejor de las presentaciones. Su consumo se popularizó en épocas de Semana Santa, más específicamente para el lunes posterior a ella, momento en el que se celebraba el fin de la abstinencia y se daba paso al placer en todas sus denominaciones, tanto carnales como gastronómicas.
Según la casa a la que vayas será el hornazo que degustes, pues en cada familia tienen su receta. Aun así, hay ciertas normas que debes cumplir para hacerlo lo más auténtico posible.
6Comienza a trabajar la masa
El tiempo de reposo de la masa es importante para que esta se airee lo suficiente y la levadura haga su trabajo. Cuando finalice la media hora de reposo retira la masa del bol y llévala a la mesa para trabajarla.
Antes de comenzar a trabajar la masa enciende el horno para que se vaya precalentando a 220° C. Amasa un poco la masa para que pierda el exceso de gas y divídela en dos partes quitando un poco para formar el enrejado decorativo tan emblemático del hornazo de Salamanca.