La olla podrida es un plato típico de Burgos con un nombre desafortunado producto de la pronunciación diferente de su nombre original debido a la evolución del lenguaje. Su significado inicial era plato de poderosos ‘olla poderida’ y se trataba de una exquisitez que solo los de alto poder adquisitivo podían permitirse. Esta es solo una de las explicaciones para un nombre tan particular en un plato de tan alto valor nutricional y de sabor.
Lo cierto es que si algo es cierto, es que la olla podrida de Burgos es uno de los platos de cuchara más amado y socorrido en la época de invierno. Sus aportes nutricionales y energéticos te ofrecen aparte de un gran sabor, todo lo necesario para dar un empuje de fuerza y poder para enfrentar las jornadas.
7Prepara el relleno de la olla podrida
La olla podrida se diferencia de algunos otros cocidos por la adición de un relleno, el cual es una especie de tortilla especial que se prepara cuando las alubias están casi listas. Esta tortilla aparte de añadir sabor, también añade una consistencia bastante particular.
Para hacer el relleno comienza por batir 2 huevos y añádeles una cucharada de pan rallado, pimienta, ajo en polvo, perejil y tocino.