Microsoft ha compartido sus planes para hacer que sus centros de datos sean más sostenibles, afrontando problemas como las emisiones de carbono, los desperdicios y el uso de agua para la refrigeración, que reducirá en un 95 por ciento en los próximos tres años.
La compañía se ha propuesto reducir el uso de agua en un 95 por ciento en la refrigeración de los centros de datos para el año 2024, es decir, en unos 5.700 millones de litros anuales, como informa en su blog oficial.
El sistema de enfriamiento permite mantener el rendimiento y la fiabilidad de los servidores en temperaturas más cálidas. El nuevo enfoque determinará puntos de ajuste más altos en distintos climas para los sistemas de evaporación.
Según Microsoft, este enfoque se implementaría por completo en 2024, y permitiría eliminar el uso de agua para la refrigeración en regiones de datos como Ámsterdam, Dublín, Virginia y Chicago, y reducir su necesidad en un 60 por ciento en zonas desérticas como Arizona.
La investigación en refrigeración líquida sin agua ha llevado a la compañía a centrarse en el concepto de ‘overclocking’, es decir, una práctica que permite aumentar la frecuencia de reloj de un componente electrónico para incrementar su rendimiento por encima de los parámetros preestablecidos.
En este sentido, Microsoft ha detectado que pueden incrementar el rendimiento en un 20 por ciento de los chips con la refrigeración líquida, a unas temperaturas de refrigeración más altas, reduciendo asimismo la necesidad de agua para dicho enfriamiento. Esto, apuntan desde la compañía, «desbloquea un nuevo potencial para el diseño de racks de centros de datos».
Asimismo, la compañía entiende que el diseño de un centro de datos debe ir alineado con las características del medio ambiente en el que se encuentre, como las especies autóctonas, las temperaturas y las precipitaciones.
El proyecto que está desarrollando en Países Bajos, en la región de centros de datos de Ámsterdam, supondrá la construcción de zonas boscosas de tierras gbajas y humedales boscosos, con vegetación apta la filtrar el agua procedente de la lluvia y la escorrentía, con el objetivo de restaurar el rendimiento de los ecosistemas.
Microsoft también ha señalado que construyen entre 50 y cien nuevos centros de datos cada año, lo que tiene un impacto en las emisiones de carbono, principalmente debido al carbono incorporado en el acero y el hormigón.
Para reducirlas, han utilizado la herramienta ‘Calculadora de carbono incorporado en la construcción’ (EC3), de la organización sin ánimo de lucro Building Transparency. Con ella, la compañía asegura haber encontrado oportunidades para reducir el carbono incorporado en el hormigón y el acero en un 30-60 por ciento.
Junto al diseño y la construcción de centros de datos más sostenibles, la compañía ha hablado también sus primeros centros circulares, con los que busca extender el ciclo de vida de los servidores y reutilizarlos para reducir el desperdicio.
Los planes de la compañía pasan por extender estos centros circulares a los nuevos activos de computación en la nube para alcanzar una reutilización del 90 por ciento.
También ha anunciado la vista previa pública de Microsoft Cloud for Sustainability, una nube especializada que ofrece a las organizaciones la capacidad de acceder a un conjunto de conocimientos completos, integrados y automatizados para acelerar cada etapa de su camino hacia la sostenibilidad.