Durante los próximos meses los niños disfrutarán de una jornada escolar en la que tendrán ocasión de aprender, de jugar y de ganar diplomas. Son un aliciente que muchos maestros y maestras tanto en educación infantil como en primaria y secundaria utilizan para alentar a los niños a que se esfuercen y a dar lo mejor de sí mismos. De ahí que las plantillas para diplomas sean unas de las búsquedas más habituales en épocas como la Navidad, Semana Santa o fin de curso.
Este sencillo gesto, que no gusta demasiado, en realidad está lleno de grandes beneficios para los más pequeños. Y es que, psicológicamente, el hecho de recibir un diploma puede fomentar a los niños.
El premio para los niños
No hay duda de que a los niños les gustan las sorpresas, y si son tangibles, mucho más. Los regalos, premios, etc. son algo que muchos esperan cuando los padres se van. Pero también esos premios pueden ayudar en la educación de los más pequeños.
A la hora de educar, las estrategias más efectivas son siempre las que actúan en positivo, y el otorgar diplomas es una de las tácticas de los docentes para animar a sus alumnos a seguir el curso comportándose de una manera adecuada y que le augure más diplomas como el que recibe.
Para los niños, un diploma es un símbolo, algo que está cargado de mucho significado para él y que no solo es importante para el niño o niña, sino que le hace sentir parte del grupo en al que pertenece. Se siente un igual con los demás, y eso le hace sentir bien.
Poniéndolo en valor con otro tipo de premio, como un dulce o un halago, el diploma se mantiene en el tiempo; le permite observarlo y recordar aquello que le ha hecho merecedor de ese reconocimiento, al mismo tiempo que le da fuerzas para seguir por ese camino en pro de mejorar y de obtener más diplomas.
Pero hay más. Y es que el simple hecho de recibir un diploma no solo afecta a los niños, sino también a los padres, que ven sus esfuerzos satisfechos en los niños. Un buen comportamiento, un hábito adquirido, etc. son logros que los propios padres ven cumplidos a través de sus hijos, lo que hace que se sientan más seguros en sus funciones como progenitores al saber que están haciendo un buen trabajo.
Los beneficios de los diplomas en los niños
La acción de entregar un diploma a un niño consigue elevar la autoestima, premiándolo por aquello que ha hecho bien y demostrándole que las buenas acciones y su esfuerzo han conseguido su merecido. Para ellos, hay que enfocarlo como el resultado de su dedicación y perseverancia, estimulándolos para que sigan por ese camino y fomentando esa pasión por seguir aprendiendo.
Por supuesto, los diplomas no solo alientan esos buenos comportamientos, sino que les ayuda a enfocar sus esfuerzos en superarse y en ser mejores, corrigiendo comportamientos que no son los adecuados e interiorizando aquellos que sí lo son.
Por otro lado, aunque no es el objetivo, en el caso de primaria y secundaria, donde se dan menos diplomas a los alumnos y se reservan solo a los mejores, se busca con ello fomentar un poco la competitividad, siempre desde el punto de vista sano. Y es que el alentar una competición por ser los mejores en clase puede ayudar a elevar el nivel académico y a conseguir que todos aúnen esfuerzos por conseguir ese ansiado “premio”, sobre todo si además del diploma va acompañado de algo más (normalmente un premio en metálico o un regalo para los niños).
Siempre hay un motivo para dar un diploma a un niño
Realmente no tiene por qué haber un motivo de peso para dar un diploma a un niño. Aunque en las escuelas infantiles, colegios e institutos suelen ofrecer los diplomas en momentos concretos, como puede ser el final del curso, en realidad hay múltiples acontecimientos para animar y fomentar el crecimiento y desarrollo de los más pequeños.
El aprender a ir al baño, dormir en su cama toda la noche, caérsele un diente…. Son algunas de las situaciones que pueden apoyarse con un diploma para incentivar ese buen comportamiento de los niños.
De hecho, muchos psicólogos están a favor de este tipo de refuerzo positivo ya que no solo se obtiene el beneficio en el momento en que reciben el diploma, sino que se mantiene en el tiempo si este es visible. Por eso, recomiendan a los padres que también lo utilicen como un recurso para ayudar a los pequeños a reforzar comportamientos adecuados sin caer en los refuerzos negativos, que al final no sirven.
Afortunadamente, en Internet es muy fácil encontrar plantillas para cualquier tipo de celebración, o incluso poder retocar estas, o crear algunas nuevas basándose en esas, para realizar los diplomas propios de la familia.
