Cuando haces pan en casa este debe quedar con buen gusto, aroma y color. Nada peor que uno pálido, flácido y cuyo sabor y aroma no evoque la gracia y ricura de un buen pan artesanal. Quizás te ha pasado en alguna ocasión o quizás es más común de lo que quisieras, pero al terminar de hornearlo te percatas de una corteza excesivamente dura que no resulta mucho de tu agrado.
Esto es más normal de lo que crees, y a todos nos ocurre alguna vez… Por eso, hoy te contaré todo lo que necesitas saber para que hornees el pan casero perfecto con una corteza realmente seductora.
8Cómo lograr que quede doradito y atractivo
Si quieres evitar que termine excesivamente pálido y deseas que su color sea dorado, lo que debes hacer es no exagerar en la cantidad de levadura utilizada y controlar los tiempos correctos de fermentación.
Por otra parte, si añades vapor solo debes hacer lo siguiente: enciende el horno pon una bandeja sin nada en la parte inferior. Mientras se va calentando, pon un poco de agua a hervir en una olla y antes de meter la bandeja con el pan vierte el agua bien caliente en la que habías metido inicialmente. Cierra la tapa del horno por unos segundos para que se forme el vapor e introduce el pan. Si el pan es grande deja la bandeja con agua por 20 minutos, si se trata de panes pequeños con solo 10 minutos será suficiente. Retira la bandeja y termina la cocción en seco.