Cuando haces pan en casa este debe quedar con buen gusto, aroma y color. Nada peor que uno pálido, flácido y cuyo sabor y aroma no evoque la gracia y ricura de un buen pan artesanal. Quizás te ha pasado en alguna ocasión o quizás es más común de lo que quisieras, pero al terminar de hornearlo te percatas de una corteza excesivamente dura que no resulta mucho de tu agrado.
Esto es más normal de lo que crees, y a todos nos ocurre alguna vez… Por eso, hoy te contaré todo lo que necesitas saber para que hornees el pan casero perfecto con una corteza realmente seductora.
2El secreto de una buena corteza
Un buen pan se obtiene más allá de la masa con un buen horneado. Todo debe engranar para tener un resultado fantástico, pero muchas veces te esmeras tanto en la preparación de la masa perfecta que terminas descuidando una de las partes más decisivas: el horneado.
Como te vengo comentando, todo debe danzar entre tus manos y en el horno para un resultado de ‘10’ y según las proporciones de los ingredientes utilizados en la masa y la manera en que la has horneado, la corteza podrá resultar tierna, dura, gruesa o fina.
