Tres fontaneros juegan a ser actores en la comedia documental ‘Seis días corrientes’

La directora catalana Neus Ballús ha inaugurado la cuarta jornada de proyecciones de la 66 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) con su comedia documental ‘Seis días corrientes’, en la que tres fontaneros juegan a ser actores.

Según ha explicado la directora en rueda de prensa, a la que ha asistido acompañada por sus tres protagonistas, el origen del proyecto parte de su propia inquietud y necesidad de explorar el mundo del trabajo de los fontaneros: «El compañero de mi madre es fontanero jubilado y, cada día, contaba las mil historias que sucedían en casa de la gente».

Precisamente ese «acceso privilegiado» a los hogares, las familias y las formas de pensar de la gente es el que le inspira para comenzar el proyecto de ‘Seis días corrientes’, una película «con mucho realismo y drama pero con sitio para el humor cotidiano».

Es en la Escuela del Gremio de Barcelona entre, mil personas, donde Ballús encontró a sus protagonistas, que comparten nombre con los personajes a quienes dan vida: Mohamed Mellali, Valero Escolar, Pep Sarrà. «Primero encontré a tres fantásticos fontaneros reales para acompañarme en el viaje», ha afirmado la directora, quien ha recorrido junto a ellos un camino de dos años para preparar su trabajo ante las cámaras y escribir un guion «adaptado a sus capacidades y personalidades».

Esta es la tercera película en la que Neus Ballús cuenta con actores no profesionales –«con la única excepción en mi vida Sergi López», ha apuntado–, con quienes le gusta trabajar esa relación de confianza para crear un «terreno seguro en el que ellos puedan volcarse y expresarse como actores».

«El gran reto desde el punto de vista de la creación es entender cómo encaja tu deseo de ficción con la realidad de que la vida se expresa de la forma en que lo hace», ha comentado la directora, consciente de que si usa la ficción solo en beneficio del relato, lo que habría hecho sería «matar la vida».

Para lograr esa naturalidad, el entrenamiento de Valero, Moha y Pep ha consistido en enfrentarse a diferentes momentos emocionales, según Ballús: «Ha sido como un ensayo de rodaje en una situación más o menos ficticia y en la que ellos no sabían qué iba a ocurrir. Incluso les poníamos averías reales».

«Actuaba como creo que lo haría un Valero exagerado en la vida real», ha apuntado el actor que presta su nombre al personaje homónimo, un fontanero que lleva años trabajando con Pep, a punto de jubilarse, y en cuyas vidas aparece Moha, inmigrante marroquí dispuesto a labrarse un futuro en España y a pesar de la actitud hostil de Valero hacia él.

Por su parte, Moha ha afirmado que «aunque no pensaba que fuese a convertirse en nada serio, al final lo ha sido», una percepción que compartía también Pep, quien ha asegurado que como son del oficio, el rodaje «ha sido como ir a trabajar». Algo que, a su juicio, no solo «ha aportado frescura a la película», sino que también ha hecho que se sientan «muy cómodos».

El resultado de todo ello han sido más de 70 horas de metraje en tomas de más de 15 minutos de duración, por lo que Ballús reconoce que «la precisión del montaje ha sido espectacular» y que, ha sido una película difícil de encontrar» que, finalmente, ha adquirido su «lenguaje y tono durante los meses de montaje».

Ha sido un trabajo de orfebrería», ha remarcado Miriam Porté, productora del filme, también presente en el encuentro de Ballús con los medios de comunicación. «Se ha elegido con bisturí cada plano para que todo el conjunto sea verosímil, y que fuera lo que Neus quería», ha agregado.

«Siempre confiamos en que esta película tendría muy buen estreno internacional, pero nunca pensamos que tendría este recorrido tan amplio por festivales de primer nivel, es bastante impresionante», ha destacado Porté, que ha subrayado que «en esta película se trabajaba con material sensible, era un proyecto frágil desde el punto de vista de las inseguridades que necesita una producción y se abrían muchos más interrogantes que en una ficción clásica».

«Ha sido inquietante a veces, pero nos hemos rendido a la realidad», ha confesado la productora, quien ha incidido en que «hay magia en esa frescura que se desprende de la película y que procede de esa incertidumbre» con la que iban a rodar cada día sin saber qué iba a ocurrir. «Eso se percibe aquí, en Corea, en Londres o en Locarno», ha remachado.

Precisamente, fue en el Festival de Locarno, donde el filme tuvo su premiere mundial. Allí, Mohamed Mellali, Valero Escolar y Pep Serra consiguieron ‘ex aequo’ el premio a la mejor interpretación masculina. Además, la película logró el premio Europa Cinema Label, otorgado por un jurado de exhibidores, y una mención especial del jurado joven independiente.