Los mejillones al vino blanco son un plato muy sencillo y, a la vez, muy saludable. No necesita de apenas ingredientes y se tarda muy poco en realizarlo. Como puedes observar, todos son ventajas. Además, estos moluscos no son muy caros y los puedes comprar congelados para que sean más baratos.
Este plato lo puedes poner como acompañamiento de uno principal o como un entrante. Te vamos a enseñar todos sus trucos para que te salga de rechupete. A continuación, te mostramos cómo hacer los mejillones al vino blanco, una receta fácil con sabor a estrella Michelín.
8EL LÍQUIDO DE LOS MEJILLONES
Aunque se hayan abierto los mejillones, déjalos unos minutos más en la cazuela para que el líquido que tienen dentro se mezcle con el sofrito. Si algo no se ha abierto, no lo fuerces ni lo coloques junto al resto. Esto le dará el sabor característico a esta clásica receta. Cuando ya haya transcurrido un cuarto de hora, apaga el fuego y vete sacándolos uno a uno para colocarlos en el plato.