Hacer croquetas perfectas tiene su truco y nada puede ser dejado al azar. Desde la preparación de la salsa bechamel, la incorporación del relleno, el rebozado y la forma de freírlas, todos los pasos son de cuidado. Una vez que se consigue el punto perfecto para hacerlas, el trabajo será pan comido.
Freírlas es el paso decisivo para cerrar con broche de oro todo el esfuerzo que hiciste durante su preparación, así que debes estar atento para no lanzar por la borda todo tu esfuerzo.
8La temperatura ideal para freír las croquetas
Si quieres unas croquetas crujientes por fuera y tiernas por dentro, la temperatura del aceite es primordial para un buen resultado.
La temperatura ideal se encuentra entre los 175° y 180° C. Por eso debes esperar que comience a humear un poco antes de añadirlas. De esta forma la superficie se contraerá y pondrá dorada sin esfuerzo sin llegar a quemarse.