El actor Malcolm McDowell, protagonista de la controvertida película de Stanley Kubrick, ‘La naranja mecánica’, en la que da vida al sociópata Alex DeLarge, ha elogiado la valentía de los vallisoletanos coincidiendo con el aniversario del estreno de la cinta en España, que tuvo lugar en 1975 en el marco de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Un festival a la que hoy ha regresado para presentar ‘La naranja prohibida’, documental dirigido por Pedro González Bermúdez y producido por TCM en el que participa como narrador y que aborda las circunstancias del estreno de la película en la capital vallisoletana.
McDowell, que desconocía el periplo de la película en España ha confesado, en una entrevista, haber quedado «fascinado» por la historia que cuenta el documental y, en concreto, por «el hecho de que hubiera personas tan valientes en ese momento que tomaran decisiones con esa absoluta determinación para darle un golpe al férreo muro de censura». Y es que «cuando le haces un pequeño hueco, sigue abriéndose y ya no se vuelve a cerrar», ha incidido.
La película, ha agregado, fue «tan revolucionaria» y se copió tanto que su influencia se extendió a toda la sociedad: «David Bowie se disfrazó de mí con el bombín y las pestañas postizas, Madona… o incluso Jean Paul Gautier basó toda una colección en ‘La naranja mecánica'».
El actor británico ha destacado también que esta estética ha dejado «una huella muy potente en la cultura pop» y ha confesado haber escuchado que «Alex es el abuelo del punk» y de esa mezcla entre ambos: «Hay un punto de Rock ‘n’ Roll en toda esta estética y estoy muy agradecido porque, para mí, es una medalla de honor que me encanta llevar.
Aunque ha reconocido que no ve la película muy a menudo, «quizá una vez cada diez años o si hay algún tipo de celebración al respecto», cree que «ha envejecido muy bien» por muchas razones pero, entre ellas, ha destacado la «brillante y atemporal» novela de Anthony Burgess, obra homónima en la que se basa la película de Kubrick.
«Kubrick hizo, por supuesto, un gran trabajo adaptando la película a la gran pantalla aunque no fue algo fácil de hacer. De hecho creo, y esto me lo dijo personalmente Burgess en su día, que es una de las mejores adaptaciones de una novela al cine», ha afirmado.
No obstante, ha apuntado que la relevancia de la película ha cambiado con el paso de los años: «Cuando se estrenó solo se hablaba de la violencia, pero en realidad no lo es tanto, al menos en términos de sangre, sino que es más de tipo psicológico, la violencia de la mente, pero creo que hoy en día es más importante el mensaje político, el hecho de que hay un ‘Gran Hermano’ que domina y controla nuestras vidas: los gobiernos».
En este sentido, ha concluido que ‘La naranja mecánica’ funciona «a modo de advertencia y que trata sobre la libertad del ser humano para elegir si quiere ser moral o inmoral, pero al menos debería tener la oportunidad de tomar esa decisión».