Ya es oficial, Ansu Fati ha renovado con el FC Barcelona y permanecerá así ligado a la entidad que lo ha visto crecer desde que era un niño; es decir, más joven, pues con 18 años al atacante español le queda mucho que dar en su carrera. Desde hace un tiempo que representa el futuro y porvenir de la institución catalana de los próximos años; sin embargo, ya con su renovación confirmada, se ha convertido en ese estandarte para atraer a los fanáticos y patrocinadores, además ser ese nuevo símbolo que el equipo necesita para reconstruirse.
En un Barcelona tan golpeado por malas noticias, una grave crisis económica y problemas deportivos profundos, el hecho de que se confirme la continuidad de Ansu Fati da a entender que el club se prepara para una nueva época en la que solo espera seguir hacia arriba. Asegurar la continuidad de su jugador de más proyección y más que probable estrella blaugrana es un espaldarazo para presagiar de que más cosas buenas están por llegar. Su gran contrato habla por si solo y es clave para ver la importancia que tendrá en el club a partir de ahora.
7Llevar la «10» lo motiva a luchar más
Entre los aspectos importantes de su renovación está lo que representa para él llevar el número 10 en la espalda, más aún tras hacerlo luego del que ha sido el mejor jugador en la historia del club: Lionel Messi. Pese a que la gran mayoría puede pensar que se siente presionado, por el dorsal y por se el nuevo ídolo de la afición, Ansu Fati aseguró que está muy tranquilo, gracias en parte al apoyo de su familia, y más allá de ser incomodo lo ve como un impulso para trabajar más. «Para mi no hay ninguna presión, es una motivación que me hace seguir mejorando día a día», declaró.