El Atlético de Madrid ha tenido una de esas noches europeas en las que un protagonista, en este caso Antoine Griezmann, ha sido el encargado de darles vida y de al mismo tiempo quitársela. En lo que fue la tercera jornada de esta edición de la Champions League, el francés se erigió como la estrella de un partido vibrante en el que hizo dos goles y acabó expulsado para desgracia de toda la afición rojiblanca.
Con acciones como las que tuvo ante el Liverpool, la verdad es que Griezmann se está ganando el perdón de una afición que todavía le tiene inquina por su mala forma de irse al FC Barcelona; sin embargo, son estas presentaciones las que irán poniendo al público de su parte. Lo malo es que esa expulsión podría acabar por convertirse en una terrible noticia tanto para las aspiraciones del francés como del equipo colchonero.
1Una noche para el recuerdo
Cuando las dudas más se cernían sobre Griezmann, este decidió recordarle a todos que es un verdadero jugador de clase mundial. Simene decidió que era tiempo de darle la oportunidad y el argentino, que de esto de leer los momentos oportunos sabe un montón, no se equivocó al ponerlo de titular en el Wanda Metropolitano ante todo un poderoso Liverpool. Su noche fue sencillamente espectacular y solo una pequeña macha, que puede o no ser merecida, opacó un poco su gran actuación.