A la hora de comer unas costillas, pocos placeres en la vida se comparan con el que se experimenta al de poder saborear en cada bocado, la carne más jugosa y tierna sin necesidad de halar y luchar para desprenderla del hueso.
Mientras que la peor experiencia es tener que luchar para despegar del hueso el trozo de carne que se desea degustar; y peor aún resulta, cuando la carne que finalmente degustas es dura y seca. Si quieres disfrutar de una textura exquisita, una jugosidad alucinante y una consistencia perfecta que se desprende sola para que puedas comerla, tienes que mirar lo que voy a contarte para que puedas lograrla.
7El toque mágico para lograr que la carne se desprenda del hueso
Cuando tengas las costillas dentro del sobre de papel de aluminio, vierte en su interior 3 cucharadas de vinagre de manzana o el zumo de ½ limón.
La función de estos componentes ácidos es aportar algo de líquido que contribuirá a que se forme vapor dentro del sobre ayudando a que la carne se conserve húmeda durante el proceso de cocción. Por otro lado, ablandará la carne más rápido, logrando descomponer el tejido duro y haciendo que se desprenda el hueso.
Aprende a preparar tú mismo en casa el mejor vinagre de manzana.