Cada vez parece más obvio que las redes sociales son la actual plaza pública por la que todos paseamos a diario deteniéndonos a observar todo lo que sale a nuestro paso. No en vano, según un reciente estudio realizado por IAB Spain, un 85 % de personas de nuestro país entre los 16 y los 70 años emplean las redes sociales.
Si nos ponemos a echar cuentas veremos que en total estamos hablando de 27 millones de individuos a los que las empresas no pueden volver la espalda. De hecho, hacerlo supondría un craso error, dado que la mayoría de las personas buscan información de la marca y el negocio en cuestión a través de estas vías de comunicación que, además, les permiten interactuar de una manera sencilla y cómoda.
A día de hoy, aunque disponer de una página web con toda la información necesaria es un paso primordial, el marketing en redes sociales se considera por los expertos la estrategia más efectiva para llegar a los clientes y mostrarles todos sus productos e incluso despertar su curiosidad por aquello que están viendo de manera fugaz en una historia de Instagram o en reel. De esta manera, atraemos al público objetivo hacia nuestra web donde detallamos todo lo necesario acerca de las propiedades de lujo que tenemos en Mallorca.
Tal es su eficacia que la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios ofrece guías para instruir a los agentes acerca del funcionamiento de estos canales que se han convertido en una valiosa herramienta de ventas.
No podemos olvidar que las inmobiliarias de lujo enfocan su producto al cliente internacional. Así, encontrarse en la otra punta del mundo no es excusa para ir sentado en un avión indagando en Instagram o cualquier otra red social acerca de las características de una vivienda que, de repente y de manera casual, el cliente ha vislumbrado en una publicación.
Incluso algunas de las plataformas de las redes sociales más populares como Facebook han lanzado sus propias aplicaciones de realidad virtual que permite mostrar vídeos y fotos 360º que, sin duda, resultan de gran utilidad para los especialistas en marketing inmobiliario.
A esto se añade que para las generaciones actuales, como la del milenio, resulta mucho más cómodo y normal comunicarse por medio de estas plataformas. Por lo tanto, no queda otra que adaptarse a los gustos y necesidades de un cliente que se ha desacostumbrado a las llamadas de teléfono y que ha encontrado su hábitat ideal en los medios sociales.