La Confederación Estatal de Asociaciones de Estudiantes (CANAE) ha presentado este jueves a la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, un informe que destaca la preocupación de las organizaciones por la salud mental de los estudiantes, y en el que se recogen medidas para abordar este asunto.
El informe se enmarca dentro de la campaña EDUCADA-MENTE, entre cuyas propuestas destacan aumentar el número de psicólogos del Sistema Nacional de Salud, garantizar el asesoramiento psicológico y en materia de salud a todo el estudiantado, incluir en el currículum educativo contenidos en materia de educación emocional e implementar y aumentar la plantilla de profesionales relacionados con salud mental y emocional, como orientadores, psicólogos escolares y educadores y trabajadores sociales y profesorado de servicios a la comunidad.
Así se lo han trasladado desde CANAE a la ministra en la reunión que han tenido con ella en la sede del Ministerio, dentro de la ronda de contactos que está teniendo Alegría con la comunidad educativa.
«Actualmente tenemos un orientador por centro educativo, está muy bien para aquellos centros de 200 ó 300 estudiantes, pero es inviable para aquellos centros que son 800 ó 900 estudiantes», lamenta la presidenta de CANAE, Andrea Henry.
Durante este tiempo de pandemia, ha habido «infinidad de cambios en los propios centros», según expone la Confederación, desde la suspensión de actividades extraescolares y excursiones, el desarrollo de actividades entre un número limitado de alumnos (grupos burbuja) a la prohibición de utilizar espacios como la biblioteca o la cafetería. «Nuestro ocio y tiempo de descanso se quedó reducido a nada», comenta Henry.
Desde CANAE aplauden el «incansable esfuerzo» que la comunidad educativa ha realizado durante la pandemia, lo que ha permitido una adaptación a esta nueva realidad, en concreto, a los nuevos modelos de docencia online o semipresencial. No obstante, recuerdan que este nuevo escenario ha puesto de manifiesto «consecuencias gravemente perjudiciales» para la comunidad educativa como son las «largas jornadas delante de pantallas, el aislamiento social o la desconexión mental de las responsabilidades académicas».
Debido a todo esto, CANAE se ha unido junto a otras 23 entidades del sector educativo, juvenil e infantil para poner de manifiesto que los trastornos emocionales pueden impactar directamente en el rendimiento académico y la asistencia escolar, así como en el retraimiento social que puede implicar un mayor aislamiento y soledad.
«Entendemos que la mayoría de docentes carecen de las herramientas adecuadas para enseñar estas habilidades, y también de horas lectivas en las que hacerlo, por todo ello, estudiantes, docentes, familias y entidades sociales nos hemos unido en este manifiesto para demandar un total de nueve propuestas que creemos imprescindibles y necesarias» apunta Henry.
Al manifiesto se han adherido organizaciones como Unicef, Cruz Roja Juventud, Plataforma de Infancia, la FAD y Save the Children; organismos como el Consejo de la Juventud de España; asociaciones estudiantiles como CREUP; asociaciones de madres y padres como CEAPA; sindicatos como STES-Intersindical y UGT; y las Juventudes socialistas, de Cs y de IU, entre otros.