A lo largo de la historia del fútbol han existido varios equipos que han marcado un antes y un después; pero el Real Madrid representa uno de los grandes conjuntos dentro de este hermoso deporte por todo lo que ha hecho en él. No cabe duda que lo del equipo blanco es de enmarcar; por eso fueron catalogados por la FIFA como el Mejor Equipo del Siglo XX. Sus títulos, sus hazañas, esa mística que los envuelve definitivamente lo hacen merecedor de ese título y ser catalogados por muchos, la gran mayoría y hasta los que les cuesta aceptarlo, como el mejor equipo de todos los tiempos.
La mayor parte de sus gestas las han escrito jugadores fantásticos, que se hicieron grandes mientras hacían más grande al Real Madrid o que llegaron ya siendo unos cracks y solo aumentaron su leyenda. Esa retroalimentación del equipo blanco con varias de las estrellas que han pasado por sus filas han hecho que ese sentir de ser el mejor equipo de la historia aumente; porque al albergar a cracks de tanto calibre eso es lo que genera. Sin embargo, una de las historias bonitas que se puede recordar es el gol 4.000, una cantidad increíble, del conjunto merengue en competición oficial, dentro del Estadio Santiago Bernabéu; y lo mejor es que en ella intervino uno de los jugadores más importantes de su historia y tal vez el mejor que haya pasado por sus filas.
