Muchas personas tienden a posponer de manera deliberada las tareas o compromisos importantes y pendientes que deben realizar, aunque posean el tiempo y los medios para llevarlas a cabo, simplemente deciden dejarlo para otro momento.
El procrastinar puede afectar acciones, como aplazar para después algún trabajo pendiente de manera que es una mala gestión del tiempo, y también afecta conductas, como el posponer realizar ejercicio o el dejar de fumar.
Procrastinadores crónicos
Estas personas son totalmente conscientes de que al procrastinar puede haber consecuencias, debido al posponer de manera repetitiva y constante acciones o conductas, en particular en tiempos de pandemia.
Ya sea que se trate de proyectos personales, proyectos profesionales, recargos económicos, problemas de salud, oportunidades perdidas o disculpas, los procrastinadores crónicos pueden posponer sin parar todas estas tareas.
Muy a menudo, sufren de sentimientos de inadecuación, ansiedad, baja autoestima y frustración, ya que conocen muy bien el precio que se puede llegar a pagar al posponer y aplazar tareas y compromisos, pero simplemente para ellos es inevitable el poder realizarlas contando con el tiempo y los medios.
¿De qué manera puedo saber si soy un procrastinador?
Encuestas realizadas recientemente indicaron resultados impactantes sobre la procrastinación crónica, ya que como mínimo esta llega a afectar al 20% de la población adulta, mientras que en la población estudiantil, la cifra puede llegar a elevarse hasta a 90%
Algunas pistas que pueden serte de ayuda para poder identificar si sufres de procrastinacion es que sientes que dejas las cosas para el último momento siempre.
Con frecuencia, detienes el trabajo que estés haciendo para comenzar a dedicarle tiempo a actividades triviales, pierdes una gran cantidad de tiempo en cosas inútiles, tus responsabilidades casi siempre te hacen sentir abrumado y sientes una culpa constante por no poder ocuparte de lo que te preocupa.
¿Qué puedo hacer para dejar de procrastinar?
Para poder dejar este molesto hábito atrás o comenzar a reducirlo, lo que debes hacer es alejarte de tu zona de confort, esa donde te sientes cómodo, pero te priva de poder ganar aprendizaje nuevo y crecimiento personal. También puedes hallar maneras constructivas en las que puedas proteger tu autoestima mientras que al mismo modo logras aliviar esa sensación de ansiedad tan recurrente.
Aprender a manejar de otro modo más organizado tu tiempo hará que comiences a hacer un mejor uso del tiempo, mantener una gran motivación hará que a la hora de realizar tus actividades, aunque ni te apetezca, lo hagas para poder liberarte del estrés y sentirte seguro, satisfecho y sobre todo tranquilo.
Por último, puedes premiarte luego de que hayas dejado de procrastinar con tanta regularidad, dándote un merecido descanso un día que no haya labores ni tareas imprescindibles que realizar.
En la actualidad, existen diversas técnicas y abordajes psicoterapéuticos, los cuales han demostrado tener un alto índice de éxito para reducir la procrastinacion, y así nuevamente reinvertir el tiempo dando un mayor bienestar a uno mismo mientras se incrementa la productividad.
Si lo que buscas es un método efectivo para dejar de procrastinar, puedes probar con un programa terapéutico el cual se creó especialmente para poder modificar este mal hábito de posponer todo. Con tan solo algunas pocas sesiones, irás aprendiendo cómo organizarte mejor y ordenar tus tareas del día a día de una manera activa y relajada al mismo tiempo.
Muchos confunden procrastinar con flojera
Si hablamos de una manera etimológica, la “procrastinación” está derivada del verbo en latín “procrastinare”, que quiere decir “postergar hasta mañana”. Lo que muchas personas ignoran es que procrastinar es mucho más que postergar de manera voluntaria alguna actividad, tarea o compromiso.
La procrastinación también deriva de la palabra en griego antiguo “akrasia” que quiere decir “hacer algo que va en contra de nuestro mejor juicio”.
Piers Steel, un profesor de psicología motivacional en la Universidad de Calgary, quien además es el autor de “The procrastination equation: How to stop putting things off and start getting stuff done”, nos manifestó acerca de este tema que “El procrastinar es hacerse daño a uno mismo”.
El tener esta autoconciencia sin lugar a dudas es una pieza clave para poder entender cómo el procrastinar hace que las personas se sientan mal o culpables mientras lo hacen. Cuando una persona está procrastinando, está muy consciente de que se encuentra evadiendo la responsabilidad que posee, sabe perfectamente que no debería hacerlo y es una mala idea.
Fuschia Sirois, quien es una profesora de psicología en la Universidad de Sheffield, nos dice lo siguiente acerca del tema “Hay una razón por la cual se dice que la procrastinación es una conducta totalmente irracional, ya que carece de sentido alguno el hacer algo que te traerá consecuencias negativas”.
También añadió que “Las personas tienden a engancharse dentro de este círculo irracional de la procrastinación crónica debido a una incapacidad que poseen para manejar estados de ánimo negativos que giran en torno a una tarea”.
¿Las personas procrastinan debido a estados de ánimo que son negativos?
El procrastinar no es un defecto en el carácter de una persona, sino una especie de maldición misteriosa que se ha incrustado en su habilidad para administrar y poder manejar su tiempo, de igual manera para enfrentar las emociones desafiantes y estados de ánimo negativos, los cuales son generados por ciertas tareas, como aburrimiento, resentimiento, ansiedad, frustración y inseguridad.
Tim Pychyl, quien es un profesor de psicología y miembro del grupo de investigación sobre procrastinacion en la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá, nos dice que “La procrastinacion es un problema de regulación en las emociones, no es como todos creen un problema de gestión del tiempo”.
En el año de 2013, Pychyl y Sirois realizaron un estudio donde descubrieron que la procrastinación puede llegar a ser entendida como “La primacía de la reparación del estado de ánimo a corto plazo, por encima del objetivo de las acciones que han sido planeadas a un plazo más largo”.
De esta manera, explicaron de un modo muy sencillo que el procrastinar no es más que enfocarse de manera urgente e inmediata en administrar los estados de ánimo negativos.