El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha señalado que el bloque europeo está preparado para aplicar sanciones contra la aerolínea bielorrusa Belavia y otras que operen vuelos a Minsk para clausurar las rutas que usa Bielorrusia para empujar a migrantes a la UE.
El debate sobre la presión del régimen de Alexander Lukashenko a la UE con la migración ilegal ha centrado parte del Consejo de Asuntos Exteriores, después de que Estados miembros como Lituania y Polonia hayan reclamado más medidas a nivel europeo para hacer frente al flujo de personas desde Oriente Próximo. Minsk ya se enfrenta a sanciones individuales y económicas, además de tener el espacio aéreo cerrado a la UE, y en Bruselas se trabaja en una quinta ronda de sanciones.
En concreto, sobre las medidas contra aerolíneas, Borrell ha afirmado que aparte de Belavia hay otras empresas que operan estos vuelos. «Hemos explicado esta situación a todos estos países de origen para que usen todos los derechos que tenemos en la regulación de tráfico aéreo y estamos listos para aplicar sanciones contra Belavia y tratar de convencer a las otras empresas», ha subrayado el jefe de la diplomacia.
«Están haciendo el juego a las mafias de traficantes. Esperamos que podamos cortar ese flujo de personas», ha asegurado Borrell en respuesta a preguntas de los periodistas desde Luxemburgo.
Esta situación se detectó primero en Irak, país con el que el jefe de la diplomacia europea mantuvo contactos el pasado verano tras lo cual acabó prohibiendo vuelos a Minsk y, de este modo, cerrando la ruta de migración ilegal.
Pese a que Bagdad tomó conciencia de la situación, otras rutas han emergido, según ha explicado el Alto Representante, quien ha añadido que a los migrantes les engañan diciéndoles que pueden acceder libremente a Europa. «Es algo que hay que denunciar y combatir», ha señalado.
FRONTERAS DE LA UE
Las autoridades lituanas aseguran que en lo que va de año casi 4.200 personas han cruzado ilegalmente la frontera, especialmente desde verano, coincidiendo con la batería de sanciones que la Unión Europea impuso a Bielorrusia por la violencia postelectoral que se registró tras las presidenciales de agosto de 2020 en las que Lukashenko revalidó su mandato por sexta vez.
Polonia y los países del Báltico que comparten frontera con Bielorrusia coinciden en señalar que este inusitado aumento de intentos de cruzar la frontera es una suerte de represalia llevada del Gobierno bielorruso por estas sanciones. Además de ciudadanos bielorrusos, el flujo migratorio procede sobre todo de personas procedentes de Oriento Próximo y algunos países africanos.