El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial y aunque suele disfrutarse prácticamente como un ritual para comenzar el día con buen pie, lo cierto es que hay quienes disfrutan de algunas tazas a lo largo del día.
Esta bebida que se disfruta tanto fría como caliente y que funciona como ingrediente perfecto para preparaciones más elaboradas como una delicia de calabaza al más puro estilo de Starbucks, suele ser parte de la dieta diaria y al finalizar el día es común que guardes un poco para el día siguiente recalentarlo y disfrutarlo en la mañana, pero, ¿es esta una buena práctica? Conoce el motivo por el cual no debes recalentarlo y también como puedes aprovecharlo sin desperdicio.
5Por qué se altera el sabor cuando es recalentado
Cuando el café se somete al proceso de extracción de su sabor para preparar la bebida, se desatan reacciones químicas que le dan su característico sabor y aroma. El 28% de materia soluble que contiene se descompone como carbohidratos, ácidos lípidos y azúcares que dan el emblemático sabor. Mientras que, un 72% constituido en fibra celulosa que no se diluye en agua, otorga cuerpo a la bebida.
Si recalientas el café, todo el proceso químico que se ha desatado durante la infusión se altera, y por ello el PH se modifica alterando su sabor. Las moléculas de agua se evaporan y los materiales saborizantes se concentran más, dejando una bebida de sabor ácido y considerablemente amarga.