Ya sea que tengas frío o miedo, en ambos casos el cuerpo reacciona con la piel de gallina. Se abre paso un legado que el hombre debe a sus peludos antepasados.
1¿Por qué se nos pone la piel de gallina?
Cuando se levanta un viento fresco después de un día cálido o ves una película de terror, sucede una y otra vez que tu cabello literalmente se pone de punta y la superficie de la piel parece algo así como un ganso recién desplumado.
El cuerpo sigue un antiguo programa que se desencadena por dos estímulos diferentes: por un lado por una caída de temperatura, por otro lado por el estrés. En ambos casos se pone una túnica invisible y cálida, por así decirlo.