La incertidumbre sobre el comportamiento del COVID-19 y otras infecciones en la nueva normalidad convierten la vacunación de la gripe en una prioridad, según expertos reunidos en el encuentro ‘A quién y cómo vacunar este otoño-invierno’ organizado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria del Consejo General de Enfermería (ISFOS), en colaboración con Pfizer.
El encuentro ha sido inaugurado por Pilar Fernández, directora de ISFOS y vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, que ha hecho hincapié en su «compromiso con la formación de las enfermeras en aquellos ámbitos que sean de mayor actualidad e interés en cada momento y hoy, no cabe duda, el de las vacunas es uno de ellos».
En el caso de la gripe, cabe recordar que el año pasado fue totalmente atípico ya que las medidas preventivas adoptadas por la población frente al coronavirus y el éxito de la campaña de vacunación hicieron que su presencia fuera casi anecdótica.
Sin embargo, un año más tarde, el escenario ha cambiado: la incidencia acumulada por coronavirus a 14 días es inferior a los 50 casos por 100.000 habitantes y eso ha supuesto una relajación de esas medidas que, al mismo tiempo, nos protegían también frente a otros patógenos. Por ello, ha señalado, «cabe esperar que aquellos virus como el de la gripe, que redujeron su circulación entre nosotros, resurjan de nuevo y es preciso que nos adelantemos».
María Almán Ruiz, enfermera coordinadora del Grupo de Vacunas de la Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria, ha recordado que el confinamiento y el aislamiento social durante la pandemia han llevado a una disminución en la circulación de virus y bacterias.
«Con la vuelta a la normalidad entramos en una etapa de incertidumbre sobre cómo se van a comportar el SARS-Cov-2 y el virus de la gripe en convivencia con infecciones respiratorias como la neumonía, que aumentan la morbilidad y la mortalidad en la población», ha añadido.
Por ello, ha hecho un llamamiento a la vacunación tanto frente a la gripe como frente al neumococo, especialmente en colectivos vulnerables, en los que ha explicado «hay que aumentar la captación».
Por su parte, la directora asistencial enfermera de la Dirección Asistencial Noroeste de la Comunidad de Madrid, Soledad Ochandorena ha hecho hincapié en la importancia de vacunarse frente a la gripe y para ello se ha referido al impacto de la vacunación en la campaña 2019/2020 que, según ha explicado, «evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las muertes atribuibles a la gripe en población mayor de 64 años».
La del año pasado fue una campaña marcada por un incremento generalizado de la cobertura vacunal en todos los grupos, especialmente en el de los más jóvenes y las mujeres embarazadas que antes de la pandemia no percibían la gripe como un riesgo. En el caso de la población mayor, mucho más concienciada, las tasas se mantuvieron en general estables.
A pesar de ese incremento, Ochandorena ha subrayado que «todavía estamos lejos de los objetivos que se nos marcan desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud». Así, en mayores de 64 años el porcentaje de población vacunada el año pasado no llegó al 54% cuando el objetivo establecido es del 75%. Este año, además, Ochandorena ha adelantado que en la Comunidad de Madrid ya se está trabajando para hacer coincidir la vacunación de la gripe con la tercera dosis frente al coronavirus en población mayor.
En cuanto a la vacunación de los niños frente a la gripe, el enfermero pediátrico del Centro de Salud de Atención Primaria Barrio del Pilar de Madrid, Fernando López Bertrán de Lis ha subrayado la importancia de vacunar especialmente a aquellos que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, de tipo respiratorio o cardiovascular aunque en su opinión «debería vacunarse a toda la población, también a los niños. El problema es que no hay vacunas suficientes, por eso, debemos priorizar a aquellos que son más vulnerables y después, con las que sobren, vacunar al resto».