Unas croquetas siempre despiertan la atención del comensal, pues lo primero que viene a su mente son las interrogantes sobre su sabor, de qué estarán hechas y si de verdad valdrán la pena. Y es que, si bien, estas crujientes bolitas de masa frita son toda una exquisitez, hacerlas perfectas no es tan sencillo como parece.
Básicamente constan de dos cosas: una bechamel espesa y un relleno que le dará sabor o las dejará insípidas. Y en definitiva una de las principales claves para que queden realmente bien es tener como base la mejor bechamel.
9El rebozado perfecto para las croquetas
Unas croquetas perfectamente rebozadas no tienen por qué lucir una costra demasiado gruesa o pesada; por el contrario. Una croqueta debe lucir una capa delgada, delicada, pero crocante que envuelva con sutileza y sin exagerar una crema divina y con buen sabor.
Un rebozado sencillo por harina, huevo y pan rallado, bastará para dar un crocante alucinante. Si deseas, puedes lograr una terminación crocante y ligera utilizando panko; este será ligero y sumamente crunchi.