Unas croquetas siempre despiertan la atención del comensal, pues lo primero que viene a su mente son las interrogantes sobre su sabor, de qué estarán hechas y si de verdad valdrán la pena. Y es que, si bien, estas crujientes bolitas de masa frita son toda una exquisitez, hacerlas perfectas no es tan sencillo como parece.
Básicamente constan de dos cosas: una bechamel espesa y un relleno que le dará sabor o las dejará insípidas. Y en definitiva una de las principales claves para que queden realmente bien es tener como base la mejor bechamel.
3La mantequilla, el sabor justo para la bechamel
Seamos sinceros, a veces deseas hacer de las croquetas una receta con menos grasas, sobre todo cuando consideras que el relleno contiene algo de grasa, y que también para cocinarlas se utiliza la técnica de la fritura. Estas razones te hacen buscar eliminar o reemplazar la mantequilla utilizada por algunos otros ingredientes.
Si utilizas aceite de oliva virgen extra o margarina, terminarás alterando el sabor resultante más de lo que imaginas. Así que cuando pienses en reemplazar la mantequilla, ten en consideración el sabor final que obtendrás.
