Unas croquetas siempre despiertan la atención del comensal, pues lo primero que viene a su mente son las interrogantes sobre su sabor, de qué estarán hechas y si de verdad valdrán la pena. Y es que, si bien, estas crujientes bolitas de masa frita son toda una exquisitez, hacerlas perfectas no es tan sencillo como parece.
Básicamente constan de dos cosas: una bechamel espesa y un relleno que le dará sabor o las dejará insípidas. Y en definitiva una de las principales claves para que queden realmente bien es tener como base la mejor bechamel.
1Las croquetas, el plato típico de aprovechamiento
Las croquetas son el plato típico de aprovechamiento y se pueden hacer con realmente cualquier relleno. Si tienes unos restos de estofado de ternera al estilo Berasategui o unos sobrantes de pollo asado a la barbacoa como el que propone Chicote, tendrás una tapa, entremés o plato principal lleno de sabor y aroma que le va a encantar a todos tus invitados.
Sin embargo, muchas veces resultan complicadas de hacer a causa del desconocimiento de las proporciones o porque se reemplazan ingredientes en su preparación que terminan arruinándolas. Si quieres saber cómo puedes evitar arruinar tus croquetas, tienes que leer esta información que te será de gran utilidad.