El impacto provocado por la crisis del Covid-19 en las finanzas públicas de España se extenderá hasta 2026, ya que en los próximos cinco años el país no será capaz de volver a los niveles previos a la pandemia en términos de deuda pública y déficit presupuestario, según se desprende de las últimas previsiones elaboradas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según recogen la base de datos actualizada de la institución y el informe ‘Monitor Fiscal’, publicado este miércoles, España cuenta con una ratio de deuda pública del 120,2% sobre el producto interior bruto (PIB). Esta cifra supone tres décimas más que la contabilizada al cierre de 2019 y casi 25 puntos más que en 2019.
El Fondo estima que España rebajará ese porcentaje hasta el entorno del 116% desde 2022 y no estima ningún descenso más para los años posteriores. En concreto, el organismo prevé un nivel de deuda del 116,4% en 2022, del 116,2% en 2023, del 116,3% en 2024, del 116,8% en 2025 y del 117,5% en 2026.
La evolución del déficit presupuestario también experimentará una tendencia similar. Tras haber despuntado hasta el 11% en 2020 como consecuencia de la pandemia, tras el 2,9% de 2019, el FMI prevé que se reducirá este año al 8,6%. Posteriormente caerá al 5% en 2022 y se estabilizará por encima del 4% en los años siguientes: el 4,4% en 2023, el 4,2% en 2024, también el 4,2% en 2025 y el 4,3% en 2026.
Este desequilibrio se puede apreciar también en las ratios de ingresos fiscales y gastos del Gobierno en relación con el PIB. Mientras que durante 2020 y 2021 la ratio de ingresos fiscales se elevó hasta el 41,3% y el 42,1%, respectivamente, en los años posteriores se reducirá, en parte debido al incremento del propio PIB. Así, entre 2022 y 2024 se situará por encima del 40%, mientras que en 2025 y 2026 caerá el 39%.
En cambio, los gastos sobre el PIB crecieron más de diez puntos el año pasado hasta el 52,3% y el FMI estima que cerrarán 2021 en el 50,7%. Aunque en los próximos cinco años la ratio se reducirá, todavía será superior a la de ingresos. En 2022 y 2023 se situará por encima del 45%, mientras que en 2024 caerá al 44,6%. Los dos últimos años del horizonte analizado por el FMI (2025 y 2026) se situará en torno al 43,3%.
En lo que respecta al mercado de trabajo, la tasa de desempleo cerrará en 2021 situada en el 15,4%, una décima menos que el año pasado. Para 2022 bajará al 14,8% y ya en 2023 se situará en el 14,1%, la misma tasa que en 2019, antes de la crisis. En los años siguientes el paro seguirá bajando: hasta el 13,9% en 2024, el 13,8% en 2025 y el 13,7% en 2026.