El 2021 ha supuesto algunos cambios en el sector de los medios de comunicación, donde la sociedad necesita un periodismo valiente. Se busca actores que se atrevan a decir lo que otros no se atreven. Por eso, hemos comentado con Julio Ariza, máximo responsable del Grupo Intereconomía, el futuro del sector.
1. Como experto en comunicación y también en política, ¿Cómo cree que los jóvenes están entrando en nuestro mundo de los medios y, sobre todo, participando de la información y opinión política?
Los jóvenes tienen exactamente las mismas inquietudes, los mismos anhelos que teníamos nosotros. No cambiamos tanto. Es verdad que se cuentan con condiciones de contorno diferentes. Y respecto a la información, se encuentran que, en muchos casos, por el propio sistema educativo, no se les ha inculcado algo que sí se nos inculcó a nosotros: la búsqueda constante de la reflexión, un sentido profundo de la curiosidad que nos hacía preguntarnos cosas y un sentido crítico de la realidad.
Creo que hay una parte de la juventud, hay otra que sin duda alguna tiene estas cualidades, pero hay otra que ha estado en escuelas muy controladas ideológicamente, muy sesgadas, con poca calidad y excelencia… Y esa gente son víctimas de ese sistema educativo y van a tener muchas más dificultades en el futuro.
2. ¿Qué sinergias se pueden hacer con las redes sociales para seguir manteniendo la calidad del periodismo pero participando de las nuevas tecnologías para llegar a los jóvenes?
Todas. Las redes sociales son una parte, un relato de lo que está ocurriendo ene cualquier parte del mundo, en cualquier sitio bajo cualquier condición y que es reflejada por quien está en directo sufriendo o disfrutando de esa circunstancia. Y por otra parte son un reflejo de lo que ocurre en los medios de comunicación. Son el reflejo de lo que se ve en la televisión, en el periódico o la radio. Son los componentes naturales de la información.
Pero da la sensación de que los jóvenes, en muchos casos, acuden a las redes sociales y a determinadas personas para informarse en vez de a los canales habituales…
Es periodismo puro. Lo que pasa que los que en el pasado la utilizaban la volcaban en otros grifos: en sus periódicos, en las revistas, en su programa de radio… Ahora, esa misma forma de actuar se vuelca en las redes sociales. No hay cambiado nada. Hay más grifos, pero el agua sigue siendo la misma: la buena información o la mala información.
3. ¿Cree que habría que controlar de algún modo el derecho de las grandes Big Data (Twitter, Facebook, Instagram) a eliminar contenidos o a bloquear personas que consideran que no están ofreciendo mensajes adecuados?
Hay que reconstruir desde cero Internet. Internet es una amenaza para el ser humano en toda regla. Tiene un montón de elementos positivos porque puedes acceder a un volumen de información, de conocimientos, maravilloso, pero a cambio quien te proporciona esa posibilidad te sesga y te condiciona los lugares donde vas a llegar. Eso es letal.
Y por otra parte te capta, capta tu información, recoge toda tu privacidad y te la roba. Hay que volver a un Internet que tenga lo bueno de poder acceder a un montón de lugares donde encontrar información pero al mismo tiempo que impida que esa información (tuya) pueda ser captada por alguien y reutilizada par convertirte en un instrumento de esas poderosas compañías. Y por otra parte, hay que evitar que esas compañías intermediarias de la información esté condicionada, esté sesgada, por una determinada ideología.
4. ¿Cree que el control de redes sociales y big data puede acabar enturbiando nuestras democracias como denuncian Trump y otros líderes por injerencias de Rusia y de otros colectivos interesados en desestabilizar?
La pregunta es una obviedad absoluta. Ya lo están haciendo, están condicionando la opinión pública. Y se ha visto con la pandemia. Con cómo funciona la información sobre las vacunas. En este momento es imposible encontrar información de los efectos adversos de las vacunas. Imposible. Hay un tsunami en todos los medios y en todas las redes que impide que puedas tener acceso a información veraz sobre el asunto.