El caldo de marisco brinda la oportunidad de añadir aroma y sabor a un buen arroz, pasta o salsa de manera rápida y sencilla; y lo mejor de todo, es que para hacerlo no necesitas comprar ingredientes tan específicos, ya que por lo general, se trata de un plato de aprovechamiento en el que utilizas las partes de los langostinos, gambas y pescados que no requieres para otras recetas.
En el momento en el que limpias unas gambas para prepararlas al ajillo por ejemplo, lo más conveniente es no desperdiciar nada. Te contaré como sacar el máximo provecho para que las disfrutes al máximo.
7Mantén limpio el caldo
Un paso importante y que muchas veces pasa desapercibido, es mantener limpio el caldo. Seguramente te estarás preguntando a qué me refiero exactamente con esto. Pues bien te explico de qué se trata.
Al momento de preparar un rico caldo de marisco, notarás que durante el proceso de cocción en la superficie del agua se comienza a formar una especie de espuma de color gris, marrón o rojiza. Esta espuma debes retirarla por completo, ya que se trata de las impurezas contenidas en las cabezas del marisco. Solo debes tomar una cuchara y retirar esa espuma con cuidado de no quemarte.