El caldo de marisco brinda la oportunidad de añadir aroma y sabor a un buen arroz, pasta o salsa de manera rápida y sencilla; y lo mejor de todo, es que para hacerlo no necesitas comprar ingredientes tan específicos, ya que por lo general, se trata de un plato de aprovechamiento en el que utilizas las partes de los langostinos, gambas y pescados que no requieres para otras recetas.
En el momento en el que limpias unas gambas para prepararlas al ajillo por ejemplo, lo más conveniente es no desperdiciar nada. Te contaré como sacar el máximo provecho para que las disfrutes al máximo.
5Prepara el caldo de marisco
Una vez que tengas en perfecto estado las cabezas y después de flambear si así lo decidiste, vierte un poco de agua y despega todo de la sartén. Lleva a una olla y cubre con aproximadamente un litro y medio de agua. Esta cantidad de líquido estará perfecta para unos 250 gramos de cabezas aproximadamente.
Añade una cucharada de sal y mantén la olla al fuego solo con las cabezas hasta que rompa en ebullición.